jueves, 27 de enero de 2011

Princesas de barrio (bajo)

ILUSTRACIÓN: Densidad de canis y chonis en los distintos
territorios del País de la Pandereta. Eviten las zonas más oscuras
si quieren tener una digestión estable y pausada de sus comidas
 al pasar cerca de una parada del transporte público, entrada de
discoteca o aparcamiento al aire libre (zonas de concentración
más acusada de esta fauna). 
Uno ya no sabe si tirarse al tren o a la mujer del maquinista, si cortarse las venas, o dejárselas largas. Tras del gobierno y égida de la plenipotenciaria "princesa del pueblo" -será del suyo- Belén Esteban en Telecinco, que tiene rima consonante, el contagio de la televisión basura va a llegar a la Sexta. En el programa vespertino "Sé lo que hicisteis..." se llenaban la boca a base de criticar la frivolidad de la cadena amiga, de Telecinco, que carajo, por el culo te la hinco y luego lo cuento y trinco (a gusto me quedo), hasta tal punto de ser demandados por la competencia que consiguió sentencia estimatoria de sus peticiones de censura. Y ahora van los de la Sexta y quieren sacar nada más y nada menos que un programa -léase documental sobre fauna, sinónimo de ofender- sobre poligoneras, chonis, chatis o, lo que es lo mismo, chicas sin formación, de cabeza hueca, vestidas por el Bershka en atroz combinación con el rastrillo semanal,  abre fácil entre las piernas y lenguaje soez, cuya mayor aspiración es seguir los pasos de la que es modelo y paradigma de la descripción vomitada: colaboradoras de programa de la telebasura, como la Esteban. "Princesas de Barrio", le van a llamar al programa, y de una cosa estoy seguro, las protagonistas tendrán barrio como todo el mundo (a salvo los pijales, que tienen urbanización, hay clases para todo), pero de princesas no tienen ni el parecido en lo blanco de los ojos (es lo que tienen las drogas de diseño, que inyectan los ojos en sangre y no las fabrican ni Dior ni Chanel, sino algún colgado en un sótano húmedo plagado de posters de Star Wars). Deberían regalar una visita al psiquiatra -o a bañarse en un pantano plagado de cocodrilos, seamos prácticos- a todo aquél que apele princesa a una de estas burdas clones emuladoras de la poca vergüenza y ausencia total de educación y saber estar que luce su más ínclita representante, la Esteban. Hay otro camino para que el nacido en barrio desfavorecido triunfe en la vida, de una manera sana y meritoria: a través del esfuerzo y la educación, pero supongo que es más fácil llevar las bragas -o mejor, tía, el tanga, dibujando arcos apuntados de catedral gótica sobre las lorzas del trasero- por encima de los pantalones, utilizar una jerga carcelaria al hablar, tener un novio (o varios, la monogamia es de puretas) caní, que así se denomina el macho de la hembra choni, sin oficio ni beneficio -más allá de ser la base de la cadena trófica del mercado de metaanfetaminas-, pero eso sí, con un carro tuning que te cagas en las mismísimas bragas (si es que las llevas), con más potencia de sonido que un Boeing 747, y, sin más aspiraciones que el llegar a tocar fondo en la decencia te lleve a los altares de la fama en un país que venera la escoria, o, al menos, a tener un trabajo de mierda que te dé para los cartones de vino del botellón semanal, amenizado por la discoteca móvil a la que tu novio le llama coche (o su equivalente en jerga de Alcalá-Meco). Aunque les queda una esperanza, liarse con Paquirrín para acceder de pleno derecho a la primera opción, la de los platós de programas del corazón, que, como dice Carlos Fisas, se dirán del corazón, pero apuntan mucho más abajo. 
Concluyo: no pueden darnos más razones para apagar el televisor y ponernos a leer, pero aquí el que no es idiota es masoquista. Y algunos ambas cosas. Por mi parte, espero seguir sin cruzarme a menudo con Sus Altezas Reales del Barrio de Graffiteros y Tuneros. Como si no tuviera bastante ya con los perroflautas. 

martes, 18 de enero de 2011

Ignorancia racional

Viendo hoy las noticias, me sorprendía la actitud del Presidente de la Generalitat Valenciana, que, en Bruselas, allá por el día doce, rehusaba contestar una pregunta de un periodista sobre el proceso penal que se mantiene abierto contra él, ya saben, lo de los 'trajes' de vestir y los 'lleves' de gratis. Sin entrar a valorar el tema de la presunta corrupción del dirigente, que eso sí que daría para que os cortase un traje, mayor que el que está en ciernes, digo que feo está eso de no responder a un periodista en un personaje público -refiriéndose este adjetivo a su profesión y buena parte de su vida- pero lo más reprochable viene después, flanqueado por otros dos políticos de distinto signo -esos mercenarios del poder que, una vez retirados los Tercios, mantenemos con buena soldada de paseo por Flandes y otros territorios del Imperio-, Manel Villalante (PSOE), director general de Transporte Terrestre del Ministerio de Fomento; y Lluís Recoder (CiU), conseller catalán de Terrirori i Sostenibilitat;  estos caballeros, comportándose como caballos, tras el desplante de Camps al periodista en cuestión (del Diario Público, tan imparcial como Gabilondo en un concierto de Ana Belén y Víctor Manuel, pero que merece el mismo respeto que cualquiera otro, siempre que no vocee ni taladre cerebros), van y se suman a esta profunda conversación auspiciada por el President tonsurado: 


- Camps: Este periódico...sí, sí...

- Villalante: pues dices, [preguntas] jodidas
- Camps: Ya, es triste, pero bueno... ellos son pequeñitos
- Villalante: Pero dale un aparte, ¿no?
- Recorder: Muy hábil, ¿eh?
- Villalante: No, me he quedado... es que le estaba explicando...
- Lo que pasa es que es de mal gusto. Si quieres preguntar esto...

(...)

- Camps: Además de pequeños son pomposos
- Villalante: No, no, pero yo creo que está muy bien esto
- Camps: Estos son los que me dan votos, porque, al final, fíjate: dos terceras partes del parlamento valenciano van a ser del PP
- Recorder: No ha hecho ni caso [de la respuesta] ¡ni caso!
- Villalante: Hay quien está acostumbrado, pero hay que saber mentir también.
- Camps: Sí, ¡esto es constante!
- Recorder: Es que Joan me decía, "¿qué tiene que ver esto?"
- Villalante: Hombre, no tiene que ver nada.
- Camps: Yo a veces le envío mensajes a Roures también...

Y esta conversación entre políticos de distinto signo me lleva a constatar que nos tienen por idiotas, así sin más. No respetan a los medios que han de informarnos, les guste o no, para formarnos una opinión democrática sólida y con base más allá de los panfletos y propagandas de los partidos (algunas, ojo, canalizadas descaradamente por medios de comunicación). Por mucho que no venga a cuento la pregunta del periodista, y me temo que así sea, viendo desde qué trinchera dispara el fusil, un político a la altura le daría un buen quite, respondiendo con educación, no ignorándolo para ponerlo a parir, a él y al que le paga la nómina luego por lo bajini, con la complicidad de otros mercenarios de la política y riéndose de paso a la cara de los respetables lectores que tenga la publicación en cuestión, pese a que esta naciera para bailarle el agua a Zapatero cuando El País dejó de darle carta blanca. 
Pero de qué nos quejamos, está científicamente argumentado que nos la pela, hablando en plata. Me limito a continuación a transcribir unas líneas del libro "Teorías de la democracia" de José María Fernández García, Fernando Quesada Castro y Perry Anderson del Instituto de Filosofía del CSIC, para que, a partir del segundo párrafo le prestéis especial atención a la teoría de la ignorancia racional del votante, de Downs, dentro de las teorías económicas sobre la democracia, que ya me convenció en los tiempos en los que estudiaba Hacienda Pública en mi añorada Facultad de Derecho, y que no tiene desperdicio:


Y tras de este apunte, sólo queda por confirmar que cuando un político -o varios- se ríen de la prensa, de lo que se están riendo es de los que debiéramos estar interesados por ser informados por los medios, principales valedores de nuestro derecho constitucional a la información en nuestra democracia, y por ello apodados el "Cuarto Poder". Si los políticos tienen por tonta a la prensa es que los políticos ya  nos tienen por tontos a todos,  teniendo incluso base teórica para ello, como habéis visto, y en el marco de una sociedad  aborregada que los tolera y mantiene, no veo que nos merezcamos otra cosa. Pero ojo, puede que hasta hace poco nos fuera más rentable en términos económicos pasar del tema, pero visto cómo nos van las cosas gracias a nuestra clase dirigente, quizá fuera ya hora de superar la teoría de Downs, interesarse por los problemas de nuestro sistema político y empezar a dar caña a esa clase política que hasta el presente, son la casta de los intocables (o parias que puntualizaría cualquier hindú, o vecino de Leganés que lea la prensa, si alguno queda). 

martes, 11 de enero de 2011

No hay tregua

Los tres encapuchados de turno y rigor, con sobrecubierta de txapela, circuncidando todo ello una superficie hueca, que el resto de personas suele llenar con el cerebro, han hablado. Esta vez lo que toca es un "alto el fuego permanente, general y verificable". Sobra el perder el tiempo estudiando o analizando el significado, alcance y profundidad que van a darle esta vez a esos adjetivos, las experiencias previas hablan por sí solas, las treguas y altos el fuego duran hasta que a ellos les apetece que duren o hasta que se rearman de lo lindo. Claro que, hay otra salida, que de una vez por todas se acabe con una banda terrorista anacrónica, basada en dogmas políticos demagógicos y vacíos, en estereotipos y consignas trasnochados y formada e impulsada por cerebros lavados y puestos a secar al sol. El País Vasco no es Irlanda del Norte, ni de lejos, ya quisieran por aquellos lares el nivel de autonomía política y de independencia financiera de que goza esta región española. A ello hay que sumar que el nacionalismo vasco no es más que un carlismo frustrado, parido en las ideas de un corto de miras y de mundo como Sabino Arana, que allá por los romanticismos de centurias pasadas lo puso en boga. Se escudaban los gudaris de la banda en época de la dictadura en que luchaban contra el fascismo y la represión de Paquito el Gangoso, por la G. de Dios. Y aquella si era represión policial, y no la que denuncian ahora, salvo alguna vergonzante -y por desgracia reciente- condena a miembros de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado por maltrato a los reos, ¿no ven que tratarles con violencia es ponerse a su mismo nivel?. Que no es otro que el de una mierda. No pudieron recibir mayor favor, siguen justificándose con el mismo discurso de la represión de las Españas a Euskal Herria, pese a que Paquito lleve más de treinta años criando malvas allá por el Valle de los Caídos y tropezados, que aquí haya habido una transición a la democracia, que allí el único recorte de libertades venga provocado precisamente por la existencia de la banda terrorista y su intransigencia con los conciudadanos, que no comulgan con sus pasquines de enaltecimiento de la crispación y destrucción de la convivencia, o simplemente con los que son su fuente de financiación, extorsión mediante. Vale que esto provoque un clima de control y presencia policial mucho mayor que en el resto del territorio nacional -esa pretendida "militarización" que no es tal, ni por asomo, véase el caso Irlandés-, pero, carajo, seamos serios ya, que esta es la única manera que tiene nuestro Estado de Derecho, legítima de todo punto, de no permitir que cuatro energúmenos le bajen los pantalones y campen a sus anchas, imponiendo sus desvaríos a todos los ciudadanos de bien que no tengan por costumbre llevar una nueve milímetros parabellum al cinto, o el pasamontañas por montera. Estos ciudadanos de bien -y algún que otro sinvergüenza, que allí también cuecen habas para estos, como aquí-, como lo hemos hecho todos, han aceptado la evolución que supone la heterotutela de los derechos y el traspaso del monopolio exclusivo de la coacción y la violencia al Estado, y sometido su ejercicio a sus normas, que vienen legitimadas por todos, por muchos malabares que hagan con naranjas y pomelos los nacionalistas para desvirtuar esa legitimación democrática. Algunos en pleno siglo XXI aún no se han enterado. Eso pasa por leer sólo propaganda política abertzale, que debe ser poco menos que tener veinticuatro horas a la Esteban en la caja tonta frente al sofá. Cada nacionalidad histórica de antes de ayer tiene lo suyo, oigan. 
Me da tranquilidad el ver que esta vez el Gobierno no va a hacer el gilipollas con el tema (y recordemos que tanto gobiernos del PP como del PSOE han hecho el idiota con los terroristas, la falta de miras política no conoce de colores, pero siempre deja el mismo sabor a los ciudadanos tras el plantón y risas mil de la banda: un retrogusto nasal y consistente a absoluta mierda), y a las pruebas me remito: tras el alto el fuego han sido detenidos dos etarras encuadrados en el aparato logístico de la banda. Y ese es el camino y esa es la única salida, acabar con ellos con todos los instrumentos del Estado de Derecho, ahogarlos de tal manera que lo próximo no sea una tregua, sino su extinción, sin concesiones ni conversaciones. Y, aunque decidan disolverse, nada de amnistías, que ésta no es la coyuntura de finales de los setenta, ni mucho menos, el que la haya hecho que la pague, que no tiene justificación ninguna. 
Esperemos no volver a lamentar jamás una nueva víctima de estos psicópatas sociales, y que veamos el fin de la banda. Luego cada cual que se presente a las elecciones con las ideas que buenamente le parezca, faltaba más, esta es una democracia libre, y lo será mucho más cuando el terrorismo desaparezca. 

domingo, 9 de enero de 2011

REBAJAS EN CIVISMO

Tras la venida de SS. MM. los Reyes Magos de Oriente, menos cargadas las alforjas de sus camellos a causa de la crisis, que como es global también alcanza a aquellas tierras, llegan las rebajas. Dice la prensa que este año  debido a la coyuntura económica negativa, y para incentivar el consumo, los comercios van a tirar la casa por la ventana rebajando más de lo que era habitual sus productos. Estuve ayer en el Corte Inglés y más que llevarme una grata sorpresa por la reducción de precios, lo que me llevé es una indignante muestra del mal pandémico que afea a esta sociedad que sufrimos: los malos modales y la falta de educación. Y es que en situaciones mínimamente estresantes el monstruo de la mala educación que muchos conciudadanos llevan dentro, sale sin tapujos ni rubor y lo peor es que nos toca sufrirlo a inocentes consumidores que estamos allí para intentar comprar más barato, no para soportar a nadie. Podría llevarme un largo rato del que no dispongo el enumerar todas las conductas que me pusieron los pelos de punta de indignación, vergüenza ajena y estupor, pero con que dé un par de perlas a modo de ejemplo, creo que quedará suficientemente ilustrada la situación, que además, siendo generalizada la antedicha falta de educación, seguramente todos lo hayan sufrido.
Primera perla: revolviendo ilusionado un desordenado cajón lleno de camisas de caballero que, según rezaba el letrero bajo a cuya sombra yacían, estaban rebajadas a la mitad de su precio -que no era poco- doy con una camisa que me gusta y de mi talla. Una satisfacción después de pelear en ese mar de señoras entradas en años escogiendo camisa al marido, que mira atónito el precio y refunfuña por lo bajo "¿y esto está rebajado?", sin importarles talla, color o diseño y revolviendo en el cajón como poseídas, desafiando al mismísimo principio de Arquímedes, desplazando en su actividad frenética más camisas que las equivalentes a su propio volumen -y puedo decir que a la mayoría era más fácil saltarlas que rodearlas, háganse cargo, pues, del tamaño-. El caso es que cuando cobré mi presa en medio de semejante selva, va una señora, ni corta ni perezosa, y me arrebata de las manos la camisa. Atónito quedo, sin saber ni qué decirle, mientras ella le dice al marido, igual de sorprendido que yo, "esta es tu talla -una mierda iba a ser, si era dos veces yo- y mira que las de rayas azules te gustan". Huyó con el fruto de su apropiación indebida, e impasible el ademán, pues como andaba yo poseyendo de buena fe, como debe poseerse, no me dio tiempo a cambiar el chip y echarle un buen rapapolvo.
Segunda perla: esta fue intentando entrar en el aparcamiento. Quien conozca el Corte Inglés de León, ve que en la esquina que da al Hotel Luis de León hay un cruce, y justo a la derecha según bajas desde el centro, el acceso al parking. Bien, pues estaba aquello como la entrada de un hormiguero con un niño de seis años hurgando con un palo. Pese a tener yo preferencia, cuando intenté cruzar el jodido eje cartesiano que dibuja el cruce, no hubo manera de llegar al otro lado y entrar al parking. La gente no sólo no respetaba la preferencia en el cruce, sino que los peatones debían esquivar los coches en el paso de peatones subsiguiente, y algunos pretendían introducir en la rampa del parking su vehículo a la vez que otro, no rayando el coche del vecino por milímetros. Vi el percal, y tras intentarlo un par de veces metiendo el morro lo que pude, y de gesticular en una enfervorecida defensa del Código de Circulación, desistí y hete aquí que estaba de suerte, un sitio unos metros más adelante al ladito de la puerta y gratis. Que se jodan los ansiosos, pues.

Lo dicho, un país que ya es de común maleducado, tiene eventos como las rebajas en los que sin pudor se expresan esas malas formas de manera impune e indecente. Volveré cuando se haya tranquilizado el tema, y me da igual que no quede nada aprovechable, prefiero mantener mi estima social intacta.

jueves, 6 de enero de 2011

Una, Grande y Libre de Humo

Si la estupidez estuviera en la etiología del cáncer, habríamos
enterrado a la parte de nuestra clase política tan libre de humos
como de neuronas. 
Terracitas en enero, es lo que veo, y desgraciadamente no estoy en unas paradisíacas vacaciones en otros hemisferios en los que, en estas fechas, es pleno verano. Las terracitas en enero han surgido en nuestra España a raíz de la entrada en vigor de la nueva Ley antitabaco, alumbrada en la poco sutil dictadura hipócrita de lo políticamente correcto y socialmente aceptable, de la cual supongo que el lema será "Una, Grande, y Libre de Humo". Y han surgido porque muchos fumadores, creo que un criterio irreprochable, han decidido pasarse los consejos ministeriales por el forro de los bemoles, y, acatando la Ley, no les queda más remedio que fumar en gregarios corros a las puertas de los bares y hosterías. Y ya se sabe: "reunión de pastores, oveja muerta", a algún miembro o miembra del Gobierno le deben estar pitando los oídos estos días sobremanera. Yo, por mi parte, fumador como he venido siendo de a paquete diario, como mínimo, me he planteado fríamente el asunto, y he decidido dejar de fumar. No es que me pliegue a la prohibición y deseos del Gobierno, cuya Ley me parece excesiva, invasora del aura privada de libertad de los ciudadanos e hipócrita (fumar en los bares, ni por asomo, pero vender tabaco, sí, eso sí, caray, a ver si no cómo hacen caja en Hacienda). Lo mío es por joder, y me explico: más de la mitad de lo que pagamos por un paquete de tabaco los españoles son impuestos (impuesto especial sobre las labores del tabaco). Recientemente el Gobierno ha decidido contrarrestar los efectos de una medida adoptada de beneficios fiscales a las PYMES y el coste de la creación de los orientadores laborales para sustituir el subsidio de los 426 € a parados de larga duración -no sé, conociendo no sólo por Larra el eficiente funcionamiento de la función pública, valga la redundancia, qué nos saldrá más rentable-, con una subida del 24 % en el impuesto que grava el tabaco. Bien, pues yo por ahí no paso, que por mi parte les va a salir rana, que hurguen -como diría el humorista José Mota caracterizado de Rubalcaba- por otro lado. Me sienta como una bofetada el que se metan en parcelas de mi vida privada, como lo es que me digan que con mi caña de todos los días no puedo fumarme mi Camel como lo vengo haciendo desde ya no recuerdo los años... y encima les voy a pagar yo de mi bolsillo sus medidas económicas antricrisis, algunas de ellas calificables de ideas de bombero retirado (desde luego, si Elenita Salgado, con todo lo socialista que se etiquete, ha leído a Keynes, lo disimula a la perfección). Como haya muchos como el menda, que aprovechen la coyuntura para dejar el vicio del tabaco, van a aplaudir con las orejas la genial idea orquestada por la Pajín, cuando no acaben de llegar los millones que esperaban embolsarse con la subida del impuesto indirecto. Aunque supongo que ya nos apretarán por otro lado que más duela, y sin más vaselina que la pandémica ignorancia del ciudadano medio, que se cala la boina para evitar que emigren las neuronas, hartas de desempleo crónico. Las correspondientes a los miembros de la oposición del PP ya han debido volar -hace mucho, me temo- porque anda que no les ponen en bandeja masacrarlos políticamente, pero ya dice el refranero que "donde no hay mata, no hay patata". A las pruebas me remito, Señoría. 
En cuanto a cumplirse la Ley, pese a ser esto España, donde no hay costumbre alguna de cumplir normativas (no es mucho más lo que se merece el ordenamiento jurídico disperso, hipertrofiado e incongruente que sufrimos), en mi opinión, y en lo que pude ver ayer noche en Palencia, que es donde les tocó soportarme esta vez, la Ley está siendo acatada. Salvo un par de bares recalcitrantes que no han pasado por el aro y que han salido en el telediario por ello, lo cual les ha venido de maravilla a los inspectores para pasar la cesta por allí y de paso salir en la tele, la mayor noticia que ha generado la nueva Ley es muestra de la estupidez del periodismo nacional -salvo honrosas excepciones- que ha difundido casi a cañonazos un tweet crítico con la Ley de mi admirado Arturo Pérez-Reverte, del siguiente tenor: "Por cierto: Anna Frank fumaba. La delató un vecino a la Gestapo cuando bajó a fumar al bar". Bendita ignorancia de quienes alimentan nuestros media, que no han oído hablar ni por asomo del tropo llamado hipérbole. Yo me leí la presunta "noticia" en El Norte de Castilla, y casi me caigo de espaldas de la risa, que ya es reírse por no llorar, se lo juro por el propio Arturo. Y el diario meseteño no fue el único, menuda orquesta de difusión se montó. Eso sí, nadie se ha percatado de que no es Anna, sino Anne, y que en España es conocida por Ana Frank, pero nunca por Anna; a buena parte vamos. 
Supongo que en unos días lo que será noticia será la epidemia de catarros que habrá generado el hacer fumar a la vasca a la puerta de los locales. Ver si no va a aumentar al final el gasto sanitario con la Ley, que en este país de la pandereta sabemos mucho de normas que producen el efecto contrario al preconizado en sus exposiciones de motivos. 

No faltaría ironía, si el fumador en vez de morir de cáncer, gracias a la Ley, muriese de pneumonía. 

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