Napoleón de "Rebelión en la Granja" de G. Orwell |
Decía Aristóteles que el hombre es un animal político (ἄνθρωπoς φύσει πoλιτικὸν ζῷoν) , y hoy, a la vista de nuestros políticos, podríamos inferir que les queda poco de hombres y se acercan cada vez más a los animales (si en lo que nos distinguimos de ellos, es en la capacidad de raciocinio -de los políticos, digo-).
Uno mira a nuestros políticos de hoy y no puede por menos que avergonzarse. Empezando por el Presidente del Gobierno y acabando por el Alcalde de Valladolid. Dónde quedan grandes figuras parlamentarias como Cánovas del Castillo o Sagasta, y sin ir tan lejos, cualquiera de los que estrenaron la democracia tras la transición, y de los que la consolidaron luego, cualquiera de ellos era mejor que los actuales.
José Luis Rodríguez Zapatero ha conseguido cargarse a los Barones de la Vieja Guardia, y, con ellos, a la esencia de un Partido, al que dice pertenecer de palabra si bien no se demuestra de pensamiento y obra, ni siquiera de omisión. Bajo su batuta, estamos hundiéndonos cada día un poco más en la crisis económica, y hemos visto cómo el Partido Socialista Obrero Español, ha dejado de ser socialista, abrazando tesis del más puro neoliberalismo económico sin que le tiemble la mano, y sobre todo, ha dejado de ser obrero, porque aquél que en su día prometiera que jamás recortaría derechos a los trabajadores, ya lo ha hecho, y saltando por encima de la negociación colectiva, esto es, gobernando como no se debe gobernar, por decreto. De su recién remozado equipo poco se puede decir, eso sí, nuestra conservada Ministra de Economía se ha lucido, ahondando en la doctrina de los consabidos brotes verdes -que no de esquizofrenia, aunque lo parezcan- y se ha lucido, digo, con lo de que ahora "de verdad" estamos saliendo de la crisis, de lo que inferimos, aplicando la lógica inversa, que antes estábamos saliendo pero de mentira. Esto es reducción al absurdo o a mi que me lo expliquen. En un colegio de primaria, pase, a la salida de un Consejo de Ministros, no.
Y, qué decir de la oposición, que ni es oposición, ni es nada, Rajoy, al que los deméritos del Gobierno le están poniendo en bandeja de plata el hacerles frente de forma demoledora, presentando alternativas reales a las políticas del Gobierno, que, de paso podrían azuzar a los que mandan ahora a ponerse las pilas y mejorar la situación de todos los ciudadanos, en lugar de eso, sigue apoltronado aplicando el antiguo proverbio árabe de "siéntate a la puerta de tu casa y verás pasar el cadáver de tu enemigo". Y así será, porque la caída de Zapatero y compañía ya no la evitan ni provocando la intercesión divina derogando un día antes de las elecciones la Ley del Aborto, la de las Células Madre no virginales, y la de los matrimonios homosexuales. Quizá estén confiando en la concurrencia de la teoría de la ignorancia racional del votante, que tan bien les ha venido a uno y otro bando en ocasiones anteriores, pero ya ni ésta les libra, la ignorancia del votante ya es irracional, al menos eso prueba que Belén Esteban obtenga en una encuesta que se dice seria (aunque paradójicamente incluya la opción de voto a favor de la ex del de Ubrique), un 7,9 % de la intención de voto, ¡caray! que dónde queda entonces Izquierda Unida, con menos audiencia que un documental de la 2. Pero ¿qué alternativa nos viene? Ninguna, me temo. Si el Gobierno ya está aplicando medidas neoliberales, empujado, eso sí, desde Bruselas, los que han de venir seguirán por los mismos derroteros, por mucho que ahora echen pestes de ellos y que digan que de ese agua ellos no beberán -carajo, que es vuestro agua, baste ya con un Partido sin rumbo-. Y en Bruselas están que trinan con nuestro déficit(y no vean como trina un teutón si se pone), que se nos va de las manos, claro, difícil será contenerlo si somos tantos a gastar oiga: que si tanto del Estado, tanto de las Comunidades Autónomas, tanto de las Diputaciones, y venga un cuanto para los Ayuntamientos... Las ayudas, se las quitábamos de las manos, hasta que se han acabado, oiga. Eso sí cheque bebé que no falte, para aumentar la natalidad y que tengamos más base demográfica para pagar pensiones, gran idea, pero ¿por qué no lo inviertes en educación para mejorar a los pagadores en potencia que ya tenemos y que no se hagan ninis de por vida, y para que la escasa élite que sobrevive entre esos ninis no protagonice las sonadas fugas de cerebros que vivimos ahora y se vayan a cotizar al Reino Unido de la Gran Bretaña e Irlanda? ¿Por qué le das cuatrocientos euros a todo el mundo le hagan falta o no? Será porque los tenías, ahora vete a buscarlos al BCE a ver qué te cuentan, o mejor, emite deuda, a ver si nos rebajan un poquito más la calificación. No, no, ya lo tengo, sube los impuestos hombre, a poder ser los indirectos, que afectan igual a ricos y pobres, y de la facultad te sonará que eso de la igualdad es muy socialista.
Así la economía, no hay por donde cogerla, y eso habrán pensado cuando en lo que se han puesto es en ver qué orden deben de llevar los apellidos, cuestión que llevaba solucionada desde los tiempos del medioevo en que Sancho Sánchez Sánchez, hijo de Sancho el Curtidor y de Sancha la Meretriz curtía cuero como su puta madre le enseñó -de aquella no había que ser políticamente correcto, ni llevaban todo lo atinente en política a la mujer hasta el ridículo-. U otro tema que les ocupa los sesos es el prohibir fumar hasta donde ya no molesta uno a nadie, salvo según el argumento recurrente, a las arcas de la sanidad, pero me pregunto yo si no saneamos los fumadores esas arcas y alguna más cuando de lo que pagamos por un paquete de tabaco más del 70 % del precio son impuestos. Falta que nos creen leproserías a los fumadores, menos hipocresía, si tan malo es ponle el cascabel al gato y prohíbelo, apechuga luego con la pérdida de votos y de ingresos en impuestos especiales. Lo siguiente será prohibir el tocino en la fabada que causa colesterol y papá Estado tiene que estar en todo. Si es que a la vista de lo que sale del orden del día de un Consejo de Ministros, parece que alguien, y ya me imagino quién, ha dicho a la entrada: a ver quién suelta la propuesta más estúpida, ridícula, impertinente y fuera de lugar.
Y venga a echar carne en el asador, y la oposición babeando... ¡por favor! despierten, eso sí, sólo les preocupa que Zapatero fuera a rezar a casa de Obama y no vaya a rezar con el Papa. Para letanías y plegarias las de los que no llegan a fin de mes, y esas no van al confesionario a deponerlas, van al banco todos los días.
Y lo peor es que al relevo generacional de los presentes políticos, no le veo yo futuro, o mejor dicho, pondrán mucho más negro el nuestro. Vienen pisando fuerte, pero no firme, rostros como el denostado de la Pajín -víctima del Alcalde de Valladolid, que parece un hombre recién salido de una película de Pajares y Esteso-, bocas verborréicas como la de Saenz de Santamaría o niños de papá como Costa -si la Justicia lo conserva intacto unos años-. Por no hablar de gentes con ideas de bombero retirado como la ex ministra de igualdad Aido, o la Trini Jiménez, nueva de Exteriores -cosa que me choca en alguien que suspendió un par de veces el examen de ingreso en la Carrera Diplomática-
No en vano, los políticos de antes eran personas formadas, con profesiones de prestigio, en las que solían destacar, y llegado el momento, tras una dilatada carrera, sentían por vocación, no por necesidad, la llamada de lo público y el servicio al país y a los demás. Ahora el de político es un trabajo como otro cualquiera, cuanto antes llegues arriba, más poder y dinero amasarás, y esto excluye una formación completa y suficiente y una madurez que debería presuponerse para ciertos cargos. Así nos está yendo, y, mucho peor nos irá.
A la vista de semejante panorama, y siendo críticos, seas de la ideología que seas, hay más razones para dejar de votar al partido que en su día la abanderaba que para apoyarlo, eso sí, en el bien entendido de que en el adversario no hay alternativa. Y, que nadie se lleve a engaño, poco valen terceros Partidos, que este país es bipolar de toda la vida, que no deja de ser un trastorno, oye.
Ya que empecé con una imagen del caudillo Napoleón de la célebre obra de George Orwell, en la que los animales de la granja expulsan a los humanos y montan su propio sistema político, terminemos con unas palabras de la misma:
Uno mira a nuestros políticos de hoy y no puede por menos que avergonzarse. Empezando por el Presidente del Gobierno y acabando por el Alcalde de Valladolid. Dónde quedan grandes figuras parlamentarias como Cánovas del Castillo o Sagasta, y sin ir tan lejos, cualquiera de los que estrenaron la democracia tras la transición, y de los que la consolidaron luego, cualquiera de ellos era mejor que los actuales.
José Luis Rodríguez Zapatero ha conseguido cargarse a los Barones de la Vieja Guardia, y, con ellos, a la esencia de un Partido, al que dice pertenecer de palabra si bien no se demuestra de pensamiento y obra, ni siquiera de omisión. Bajo su batuta, estamos hundiéndonos cada día un poco más en la crisis económica, y hemos visto cómo el Partido Socialista Obrero Español, ha dejado de ser socialista, abrazando tesis del más puro neoliberalismo económico sin que le tiemble la mano, y sobre todo, ha dejado de ser obrero, porque aquél que en su día prometiera que jamás recortaría derechos a los trabajadores, ya lo ha hecho, y saltando por encima de la negociación colectiva, esto es, gobernando como no se debe gobernar, por decreto. De su recién remozado equipo poco se puede decir, eso sí, nuestra conservada Ministra de Economía se ha lucido, ahondando en la doctrina de los consabidos brotes verdes -que no de esquizofrenia, aunque lo parezcan- y se ha lucido, digo, con lo de que ahora "de verdad" estamos saliendo de la crisis, de lo que inferimos, aplicando la lógica inversa, que antes estábamos saliendo pero de mentira. Esto es reducción al absurdo o a mi que me lo expliquen. En un colegio de primaria, pase, a la salida de un Consejo de Ministros, no.
Y, qué decir de la oposición, que ni es oposición, ni es nada, Rajoy, al que los deméritos del Gobierno le están poniendo en bandeja de plata el hacerles frente de forma demoledora, presentando alternativas reales a las políticas del Gobierno, que, de paso podrían azuzar a los que mandan ahora a ponerse las pilas y mejorar la situación de todos los ciudadanos, en lugar de eso, sigue apoltronado aplicando el antiguo proverbio árabe de "siéntate a la puerta de tu casa y verás pasar el cadáver de tu enemigo". Y así será, porque la caída de Zapatero y compañía ya no la evitan ni provocando la intercesión divina derogando un día antes de las elecciones la Ley del Aborto, la de las Células Madre no virginales, y la de los matrimonios homosexuales. Quizá estén confiando en la concurrencia de la teoría de la ignorancia racional del votante, que tan bien les ha venido a uno y otro bando en ocasiones anteriores, pero ya ni ésta les libra, la ignorancia del votante ya es irracional, al menos eso prueba que Belén Esteban obtenga en una encuesta que se dice seria (aunque paradójicamente incluya la opción de voto a favor de la ex del de Ubrique), un 7,9 % de la intención de voto, ¡caray! que dónde queda entonces Izquierda Unida, con menos audiencia que un documental de la 2. Pero ¿qué alternativa nos viene? Ninguna, me temo. Si el Gobierno ya está aplicando medidas neoliberales, empujado, eso sí, desde Bruselas, los que han de venir seguirán por los mismos derroteros, por mucho que ahora echen pestes de ellos y que digan que de ese agua ellos no beberán -carajo, que es vuestro agua, baste ya con un Partido sin rumbo-. Y en Bruselas están que trinan con nuestro déficit(y no vean como trina un teutón si se pone), que se nos va de las manos, claro, difícil será contenerlo si somos tantos a gastar oiga: que si tanto del Estado, tanto de las Comunidades Autónomas, tanto de las Diputaciones, y venga un cuanto para los Ayuntamientos... Las ayudas, se las quitábamos de las manos, hasta que se han acabado, oiga. Eso sí cheque bebé que no falte, para aumentar la natalidad y que tengamos más base demográfica para pagar pensiones, gran idea, pero ¿por qué no lo inviertes en educación para mejorar a los pagadores en potencia que ya tenemos y que no se hagan ninis de por vida, y para que la escasa élite que sobrevive entre esos ninis no protagonice las sonadas fugas de cerebros que vivimos ahora y se vayan a cotizar al Reino Unido de la Gran Bretaña e Irlanda? ¿Por qué le das cuatrocientos euros a todo el mundo le hagan falta o no? Será porque los tenías, ahora vete a buscarlos al BCE a ver qué te cuentan, o mejor, emite deuda, a ver si nos rebajan un poquito más la calificación. No, no, ya lo tengo, sube los impuestos hombre, a poder ser los indirectos, que afectan igual a ricos y pobres, y de la facultad te sonará que eso de la igualdad es muy socialista.
Así la economía, no hay por donde cogerla, y eso habrán pensado cuando en lo que se han puesto es en ver qué orden deben de llevar los apellidos, cuestión que llevaba solucionada desde los tiempos del medioevo en que Sancho Sánchez Sánchez, hijo de Sancho el Curtidor y de Sancha la Meretriz curtía cuero como su puta madre le enseñó -de aquella no había que ser políticamente correcto, ni llevaban todo lo atinente en política a la mujer hasta el ridículo-. U otro tema que les ocupa los sesos es el prohibir fumar hasta donde ya no molesta uno a nadie, salvo según el argumento recurrente, a las arcas de la sanidad, pero me pregunto yo si no saneamos los fumadores esas arcas y alguna más cuando de lo que pagamos por un paquete de tabaco más del 70 % del precio son impuestos. Falta que nos creen leproserías a los fumadores, menos hipocresía, si tan malo es ponle el cascabel al gato y prohíbelo, apechuga luego con la pérdida de votos y de ingresos en impuestos especiales. Lo siguiente será prohibir el tocino en la fabada que causa colesterol y papá Estado tiene que estar en todo. Si es que a la vista de lo que sale del orden del día de un Consejo de Ministros, parece que alguien, y ya me imagino quién, ha dicho a la entrada: a ver quién suelta la propuesta más estúpida, ridícula, impertinente y fuera de lugar.
Y venga a echar carne en el asador, y la oposición babeando... ¡por favor! despierten, eso sí, sólo les preocupa que Zapatero fuera a rezar a casa de Obama y no vaya a rezar con el Papa. Para letanías y plegarias las de los que no llegan a fin de mes, y esas no van al confesionario a deponerlas, van al banco todos los días.
Y lo peor es que al relevo generacional de los presentes políticos, no le veo yo futuro, o mejor dicho, pondrán mucho más negro el nuestro. Vienen pisando fuerte, pero no firme, rostros como el denostado de la Pajín -víctima del Alcalde de Valladolid, que parece un hombre recién salido de una película de Pajares y Esteso-, bocas verborréicas como la de Saenz de Santamaría o niños de papá como Costa -si la Justicia lo conserva intacto unos años-. Por no hablar de gentes con ideas de bombero retirado como la ex ministra de igualdad Aido, o la Trini Jiménez, nueva de Exteriores -cosa que me choca en alguien que suspendió un par de veces el examen de ingreso en la Carrera Diplomática-
No en vano, los políticos de antes eran personas formadas, con profesiones de prestigio, en las que solían destacar, y llegado el momento, tras una dilatada carrera, sentían por vocación, no por necesidad, la llamada de lo público y el servicio al país y a los demás. Ahora el de político es un trabajo como otro cualquiera, cuanto antes llegues arriba, más poder y dinero amasarás, y esto excluye una formación completa y suficiente y una madurez que debería presuponerse para ciertos cargos. Así nos está yendo, y, mucho peor nos irá.
A la vista de semejante panorama, y siendo críticos, seas de la ideología que seas, hay más razones para dejar de votar al partido que en su día la abanderaba que para apoyarlo, eso sí, en el bien entendido de que en el adversario no hay alternativa. Y, que nadie se lleve a engaño, poco valen terceros Partidos, que este país es bipolar de toda la vida, que no deja de ser un trastorno, oye.
Ya que empecé con una imagen del caudillo Napoleón de la célebre obra de George Orwell, en la que los animales de la granja expulsan a los humanos y montan su propio sistema político, terminemos con unas palabras de la misma:
"No había duda de la transformación ocurrida en las caras de los cerdos. Los animales, asombrados, pasaron su mirada del cerdo al hombre, y del hombre al cerdo; y, nuevamente, del cerdo al hombre; pero ya era imposible distinguir quién era uno y quién era el otro."
George Orwell "Rebelión en la Granja" 1945Y para evitar caer en la tiranía, como les pasó a los protagonistas de la novela de Orwell seguiremos votando y respetando al sistema, pero que hagan el favor de dejar de considerarnos como a animales gregarios que en vez de leche y lana damos votos y dinero, y que empiecen a tener en cuenta que sus decisiones no sólo valen para justificar que se llenen su barriga y bolsillo, sino que pueden hacer que queden vacíos los de muchos ciudadanos.
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