Licenciado en Crinología, Trashumancia y Consumo de Gramíneas |
Alguno lo mismo se espera un sesudo artículo sobre el caótico estado del sistema educativo en España, y la inmersión -o mejor, ahogamiento- de nuestra Universidad en el Plan Bolonia (además de en el alcohol de las fiestas de ¿estudiantes?). Para eso, supongo que hay que estar educado en una Universidad del extranjero, a mi no me da el coco, qué se le va a hacer, no me lo andamiaron bien, disculpen la decepción -o alivio-.
El caso es que la Universidad española ha cometido, y comete, como toda institución pública, empresa o comunidad de vecinos de este nuestro país que se precie, errores garrafales. Y no me refiero a organizarse de tal forma que echen por tierra cualquier atisbo de formar estudiantes que puedan competir con los de universidades extranjeras (la materia prima, de todas formas, ya viene dañada de casa, escuela e instituto), o que puedan entrar en la empresa mínimamente formados para valerse en un mercado laboral, no teniendo que formatear todo lo que les han calzado en la uni, entre botellón y botellón, que ya se sabe que el regar la materia gris periacueductal con etanol ayuda a la memoria, según un estudio de una reputada universidad española (¿"reputada" y "universidad española" pueden ir en la misma frase? ¿es falta de ortografía o de consecuencia?) o, ¿era al contrario?... escribían tantos Doctores defendiendo tesis tan dispares en el asunto que saqué la conclusión que me vino en gana, y no podía haber ninguna equivocada, pues todos recibieron subvención para sus experimentos, trabajos de campo, pruebas y estudios demográficos, demoscópicos y demonológicos. No, voy a hablar de errores que han emponzoñado su lustrosa Historia universitaria española hasta tal punto de confirmar lo que muchos sospechábamos, una carrera, en este país, con la Universidad que tenemos, la saca cualquiera.
El error más conocido es, de lejos, por el bombo y platillo que siempre se le ha dado, el haberle concedido el título de Licenciada en Biología a la Sra. Dña. (es Licenciada, qué menos) Ana Obregón, dechado de sabiduría, doctísima en la materia, poco menos que merecedora del Nóbel, o, como poco, de un Príncipe de Asturias -pero se lo llevó Letizia- por sus aportaciones a esa disciplina. Pero hablo de errores recurrentes, y es que si un error es dar un título a semejante personaje, otro mayor es no poder retirárselo a la vista de lo que dicen, hacen y publican a los cuatro vientos, probando, si no una ignorancia preocupante, que también, una carencia manifiesta de méritos y capacidades intelectuales para recibir el honor de una licenciatura, aunque sea en encaje de bolillos -seguro que el Plan Bolonia prevé un Máster sobre el asunto-.
Lo de Anita, pase, a lo mejor iba a los exámenes con prendas de las que acostumbra, menos tapada que una ternera colgada de un gancho de carnicería, y despistaba a los profesores que calificaban la longitud de sus piernas y volumen de sus balones en vez de sus reflexiones sobre citología, reproducción de las amebas o el barbecho en el cultivo de estafilococos. Incluso cuentan las malas lenguas que se dió el caso de que algún ínclito catedrático la saludó con un directo "buenas tetas" en lugar del más comedido y acostumbrado "buenas tardes". Aunque da la sensación de que esta chica -o señora, para los que hemos nacido dentro de los últimos diez lustros- lo único relacionado con la biología que se ha leído es el prospecto de sus prótesis mamarias, nunca se sabe, lo mismo es tan buena actriz que en lo que se supone es su vida real actúa dando carácter a un personaje con rasgos de frívolo e ignorante cuando en realidad es un cerebro en organografía microscópica animal, yo que sé.
Y digo que lo de Anita, pase, pero es que navegando en ese océano que es la internet, concretamente por los mares del Twitter, no voy y me encuentro con la cuenta de Jorge Javier Vázquez, para los que no caigáis por el nombre, dichosos seáis, sigo con descripción: el que fuera presentador del "Aquí Hay Tomate" y ahora del "Sálvame", todo ello en la cadena educativa por excelencia de este nuestro país de la pandereta, Telecinco (N. del A.: sigue rima fácil). Ya es triste que este encuentro tenga lugar dentro de las sugerencias que me hace Twitter para seguir cuentas... creo que se atreven incluso a decir "personas similares a ti -y ese "a ti", va por mi misma persona, ¿cómo te quedas Maruja?-". No me jodas Twitter, qué poco me conoces... le dan a uno ganas de irse al bosque a partir leña con la mano para demostrar rudeza y diferenciarse de Mermelada, de leerse en una noche el Digesto, el Quijote, la Biblia, la Divina Comedia y la Ley Hipotecaria para no pasar por semejante iletrado, de verse cine de autor iraní, de escuchar a Bach, y tirar todos los CD's de música posteriores a 1750 (al contenido, me refiero, si encontráis un CD físicamente anterior, mandádmelo, creo que haré algún dinero y conoceré, de paso, a McFly que seguro que se le cayó a él del Delorian), todo ello para que Twitter no vuelva ni siquiera a atisbar un mínimo ápice de parecido entre ese personaje y mi persona humana. Pero cual es mi sorpresa cuando, leyendo la descripción breve que hay en toda cuenta de Twitter (soy masoca, y ya se sabe que la curiosidad mató a la neurona), no me jodas, Genaro, que tenemos en común algo... ¡El tío es Licenciado! y encima también de letras... ni más ni menos que Licenciado en Filología Hispánica... Reproduzco descripción exacta:
"Premio Ondas 2009 , Presentador de Salvame Diario, Deluxe. Trabajo para la productora La Fabrica de la Tele.Licenciado en filologia Hispanica"
Nótese que dice mucho ya del garrafal error cometido por la Universidad de Barcelona el que un Licenciado en Filología Hispánica no utilice mayúsculas para el sustantivo de su carrera, y en el adjetivo olvide -¡¡¡¡¡un filólogo!!!!!- que lleva tilde -¡¡¡¡¡¡mátame camión!!!!!! que también lleva tilde, y por eso la pongo-. Un hombre que cada vez que habla o deja hablar a cualquier colaborador de sus programas consigue que muera de pena un filólogo (de los de verdad, no sólo de título académico para colgar en el cuarto de baño), no me digan que no merece que le retiren el título. Parece, además, que lo pone a modo de excusa en esa descripción, como para atenuar todo lo anterior, es como si el Dr. Mengele tuviera cuenta de Twitter y pusiera: "Seguidor incondicional del Partido Nazi, miembro de las Waffen SS, experimento sin escrúpulos con niños, judíos, gitanos y homosexuales. -pero, no obstante- Doctor en Medicina y Cirugía. ". Que con carrera, ya es otra cosa. Otro doble error de la Universidad española, no sólo el concederle un título a este cantamañanas (tardes o noches, según parrilla de su canal), sino no retirárselo aunque sólo sea por pudor.
En Derecho tenemos a Carlos Sobera, pero este se ha sabido quitar el Sambenito de ignorancia que da la tele presentando programas de preguntas... no ha llegado al grado del inmortal -¿o no?- Jordi Hurtado (este no necesita carrera ni rodeado de frikis pedantes resabiados, porque el teleprompter y Juanjo -voz en off- hacen maravillas), salvo cuando intenta parecer gracioso, que es casi siempre, no da la sensación de tener las mismas capacidades de raciocinio que Patricio, el amigo inseparable de Bob Esponja, que, que yo sepa, tampoco tiene carrera, por si alguien andaba interesado en el C. V. de una esponja marina (lo cual dice mucho de España: aquí te piden carrera hasta para entrar en el McDonalds, total, cualquiera la puede tener y puestos a pedir, mejor que el cocinero sepa Física, en Fondo de Biquini, no es necesario, por el momento).
El caso es que, me he quedado acojonado con que el presentador del programa más deplorable que hay ahora en la televisión haya conseguido uno de los más altos logros de nuestro sistema educativo. Y no sólo eso, lo que más escuece, es que no haya manera de subsanar semejante agravio comparativo al resto de Licenciados y Licenciadas (incluso Mauricio Colmenero), y que el Twitter y otros entes extranjeros que no nos conozcan bien como país de la farándula, puedan pensar que por ser Licenciados tenemos algo en común con J. J.
El que no sea Licenciado, que ahorre un poquito (la factura la pasan igual, salgas, o no, formado), y que se apunte, que se lo quitan de las manos oiga, casi que lo regalan... Ahora, además, ya no sale uno Licenciado que eso quedaba muy anticuado y poco europeo, ahora eres Grado (supongo que por el peso que los grados de alcohol etílico tienen durante los años de estudio de la carrera).
Como un buen Letrado, y pese a ello amigo, me ha advertido que cualquier día me demandan por tener tan suelta la lengua y grande la boca (a ver si me está llamando feo...), en mi descargo diré que escribo los artículos en esloveno -lo escribo a cualquier hora, pero sólo lo hablo a partir de las 3 de la mañana con ± 5 copas), y que todo lo que pueda parecer hiriente, ofensivo o injurioso son errores de traducción, perdonen que mi castellano no sea muy bueno, pero es que yo no soy "Licenciado en filologia Hispanica".